Desnormalizando la Violencia: Una serie de informes de evaluación del John Jay College sobre los programas de Cure Violence en la ciudad de Nueva York
Sheyla A. Delgado, Laila Alsabahi, Kevin Wolff, Nicole Alexander, Patricia Cobar, y Jeffrey A. Butts
Introducción
La ciudad de Nueva York lanzó el primer programa de Cure Violence – que utiliza el acercamiento a las comunidades para interrumpir la violencia – en 2010 con fondos del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Hoy, hay 18 programas en toda la ciudad. Este informe analiza dos de ellos: Man Up! Inc. en el barrio East New York, Brooklyn y Save Our Streets en el barrio South Bronx. Cada uno de estos barrios fue comparado con otro barrio de características demográficas y tendencias criminales similares, pero sin programas de Cure Violence. Tal y como se detalla en este informe, las comparativas ofrecen una evidencia prometedora de que la perspectiva de salud pública para la reducción de la violencia, liderada por Cure Violence, puede ser capaz de crear comunidades sanas y seguras.
El Centro de Investigación y Evaluación del John Jay College of Criminal Justice (JohnJayREC) comenzó una evaluación de Cure Violence en 2012 con el apoyo del Consejo Municipal de Nueva York. Los investigadores visitaron los lugares en los que se estaba implementando el programa y entrevistaron al personal sobre el modelo de Cure Violence. También reunieron datos sobre incidentes violentos en la ciudad, proporcionados por el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) y por el Departamento de Salud del Estado de Nueva York (DOH, por sus siglas en inglés). Entre 2014 y 2016, el equipo de investigación también llevó a cabo encuestas anuales con hombres jóvenes que vivían en una docena de barrios, algunos con y otros sin programas de Cure Violence. Durante el periodo de estudio, varios programas de Cure Violence en la ciudad de Nueva York recibieron apoyo financiero y administrativo de la Oficina de Justicia Penal de la Alcaldía, del Departamento de Salud y Salud Mental de la ciudad, del Consejo Municipal de Nueva York, de la División de Servicios de Justicia Penal del Estado de Nueva York, y de la Fundación Robert Wood Johnson de Princeton, Nueva Jersey.
Cure Violence en la ciudad de Nueva York
Cure Violence aplica una perspectiva de salud pública, centrada en los vecindarios, para reducir la violencia. El programa depende de los esfuerzos que realizan los trabajadores comunitarios e “interruptores de violencia” en los barrios más vulnerables a la violencia con armas de fuego. Estos trabajadores usan sus relaciones personales, redes sociales y conocimiento de las comunidades para disuadir a personas específicas y vecinos en general de recurrir a la violencia. Cuando se implementan las estrategias de Cure Violence con niveles altos de precisión, el programa puede, en teoría, empezar a revertir la normalización de la violencia en comunidades enteras (Butts et al. 2015).
Para el año 2016, los programas de Cure Violence en Nueva York habían empleado a 130 trabajadores aproximadamente, incluyendo dos docenas de administradores y directores de programa, al menos 15 supervisores, y más de 80 trabajadores de campo. Antes de unirse a Cure Violence, el personal recibe una formación de 40 horas impartida por el equipo nacional de Cure Violence, que tiene su base en Chicago.
También se llevan a cabo sesiones adicionales de formación en la ciudad de Nueva York, impartidas por formadores locales. En estas formaciones, los trabajadores de Cure Violence aprenden sobre escucha activa, mediación de conflictos, prevención de suicidio, y tácticas motivadoras de entrevista, así como procedimientos de mantenimiento de registros y gestión de bases de datos. Los trabajadores de los programas de Cure Violence, incluyendo los gestionados por el Center for Court Innovation (Centro de Innovación Judicial) en la ciudad de Nueva York, recibieron formación adicional en políticas de recursos humanos, gestión organizacional y técnicas de supervisión de personal.
East New York, Brooklyn
Man Up! Inc. es la entidad organizadora de dos programas de Cure Violence en el barrio East New York, Brooklyn, NY. En 2010, la agencia comenzó a implementar el modelo Ceasefire (cese al fuego, en español), al que sus fundadores en Chicago renombraron Cure Violence.
Más adelante, Man Up! Inc. recibió fondos adicionales a través de becas del estado de Nueva York, de la iniciativa de la ciudad de Nueva York denominada Young Men’s Initiative, y del Consejo Municipal de Nueva York. Estos fondos permitieron a la organización ofrecer servicios adicionales, como soporte legal y programas de empleabilidad.
Man Up! Inc. gestiona dos programas de Cure Violence en Brooklyn. Este estudio analiza el punto de intervención de la agencia “Alpha”, o Man Up! Inc. (A), ubicado en el distrito número 75 del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York. El área de captación del programa está delimitado por la Avenida Cozine, la Avenida Pennsylvania, Linden Boulevard y la Calle Ashford. Gran parte de los participantes del programa tienen 21 años o más y la inmensa mayoría son hombres (Tabla 1).
El personal de Man Up! Inc. (A) (en adelante, Man Up! Inc.) se compone en su mayoría de hombres de entre 29 y 50 años, con una media de edad de 43 años. La mayoría de los trabajadores crecieron y viven actualmente en el área de captación. La mayoría del personal comenta haber estado involucrado en trabajos comunitarios o activismo antes de unirse al equipo. Aproximadamente la mitad de los miembros del personal dicen haber pertenecido a algún grupo callejero (pandilla, facción o banda), haber sido encarcelado en algún momento, o ambos.
El personal dedica una parte significativa de su horario laboral a pasear por los barrios e interactuar con los residentes para mantenerse al tanto del conocimiento callejero y rumores emergentes sobre posible violencia. La cantidad de tiempo mensual dedicada a esta actividad ha tenido de forma consistente una media de unas 48 horas por trabajador desde 2013, según los datos de actividad de la base de datos central de Cure Violence de la ciudad. Los trabajadores distribuyen materiales con mensajes públicos anti-violencia, como pegatinas e insignias, mientras recorren el área de captación.
El personal de Man Up! Inc. es reconocido entre los hombres jóvenes que viven en el área de captación. Según la encuesta anual del John Jay College sobre los programas de Cure Violence en Nueva York (conocidos por los encuestados como el estudio NYC-Cure), aproximadamente el 80 porciento de los hombres del barrio East New York con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, reconoce al menos a un miembro del personal de Man Up! Inc. y dos tercios (66%) reconocen a todos los miembros del personal. La comunicación en persona con los “interruptores de violencia” y trabajadores comunitarios de Man Up! Inc. también es común, con alrededor de 4.5 contactos al mes entre los encuestados que reconocen al menos a un miembro del personal (Tabla 2).
South Bronx
Save Our Streets (S.O.S. – siglas en inglés de “salvar nuestras calles”) South Bronx es uno de los cuatro proyectos de Cure Violence puestos en marcha en la ciudad de Nueva York por la entidad sin ánimo de lucro Center for Court Innovation. El área de captación del programa se encuentra en el distrito número 40 del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York y está delimitada al sur por la Calle 147 y la Avenida St. Ann, y al norte por las calles 156 y Union Street. Hay tres proyectos de vivienda pública en desarrollo – conocidos como las comunidades de Adam, Moore y Saint Mary’s Park – dentro del área de captación del programa.
Los miembros del personal de S.O.S. South Bronx son hombres jóvenes de entre 27 y 49 años, con un promedio de edad de 41 años. Todos los miembros del personal dicen haber crecido en el barrio y más de la mitad viven allí en la actualidad. Una mayoría de trabajadores fueron encarcelados previamente y alrededor de la mitad dicen haber pertenecido a grupos callejeros en el pasado. Todos los trabajadores de S.O.S. South Bronx reportan haber participado en algún tipo de trabajo comunitario o activismo antes de unirse al equipo de Cure Violence.
Como todos los trabajadores de Cure Violence, el personal de S.O.S. South Bronx dedica gran parte de su tiempo – alrededor de 82 horas al mes – a recorrer el área de captación. Los participantes del programa son en su mayoría hombres de entre 21 y 24 años de edad. Tras solo un año de implementación, más de la mitad de los hombres jóvenes residentes que participaron en las encuestas reconocieron al menos a un miembro de S.O.S. South Bronx y la mayoría (90%) había visto un mensaje de educación pública en su barrio, ya sea un cartel, insignia, o letrero.
Métodos
Este estudio utilizó un diseño cuasi-experimental para estimar los efectos de Cure Violence en la violencia de barrio. Utilizando datos de la policía, hospitales y encuestas, los investigadores crearon dos medidas de violencia con armas de fuego (conteo mensual de victimización por tiroteos y heridos por arma de fuego que requiriesen atención médica) y dos medidas de normas sociales relacionadas con la violencia entre los hombres jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años (disposición a usar la violencia en conflictos pequeños y en conflictos serios).
Todos los datos estuvieron disponibles para los dos barrios con programas de Cure Violence (East New York y South Bronx) y para los dos barrios de comparación (Flatbush, Brooklyn e East Harlem, Manhattan), los cuales tenían datos demográficos y tendencias de crimen similares pero no contaban con programas de Cure Violence (Tabla 3).
Los dos puntos de intervención de Cure Violence fueron seleccionados para este estudio porque estuvieron en funcionamiento constante y consistente a lo largo del periodo en el que tuvo lugar el estudio. Las áreas de comparación fueron seleccionadas en base a su similitud con las áreas de Cure Violence en datos socioeconómicos, tasas de violencia con armas de fuego y niveles de normas sociales a favor de la violencia detectadas durante el primer año de encuestas en 2014.
Medición de los resultados
Las heridas por arma de fuego se midieron usando datos del New York Statewide Planning and Research Cooperative System (SPARCS), un sistema de reporte longitudinal y exhaustivo gestionado por el Departamento de Salud de Nueva York. Hospitales en todo el estado recaban datos exhaustivos sobre cada visita de los pacientes, incluyendo características demográficas, diagnósticos y tratamientos.
Los datos de SPARCS dan cuenta de todos los departamentos de ingreso, altas y urgencias del estado. El equipo de investigación extrajo registros de pacientes de todos los residentes de la ciudad de Nueva York que visitaron algún hospital de la ciudad entre 2005 y 2016 por motivos que incluían heridas por arma de fuego no autoinducidas. Cada registro fue geocodificado utilizando el domicilio del paciente a través de Geosupport Desktop Edition, un paquete de geocodificación personalizado que procesa información geográfica solamente para la ciudad de Nueva York.
Los datos de victimización por tiroteos de la Oficina de Gestión, Análisis y Planificación (OMAP, por sus siglas en inglés) del Departamento de Policía de Nueva York miden todos los incidentes en los que una persona fue alcanzada por arma de fuego en la ciudad de Nueva York entre los años de 2006 y 2016. Cada observación es geocodificada a un nivel de media manzana y contiene el momento del suceso (año, mes, día y hora del día), así como las características del acusado, en caso de estar disponibles. El estudio analizó registros de incidentes desde el 2009 en adelante porque es cuando estuvieron disponibles, de forma sistemática, los códigos geográficos completos del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York.
Los datos de victimización por tiroteos del Departamento de Policía de Nueva York y los datos de herida por arma de fuego del Departamento de Salud del Estado se reunieron en intervalos de tiempo (se conglomeraron) en cada punto de intervención estudiado para crear un archivo mensual de eventos contabilizados. Los datos del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York usó geocoordenadas de nivel de media manzana para marcar la ubicación aproximada del incidente, mientras los datos de SPARCS especificaron la dirección del paciente registrada en el momento de admisión al hospital.
Usando los datos de la encuesta del propio John Jay REC, el equipo de investigación creó dos índices compuestos de normas sociales a favor de la violencia. Los índices estaban basados en las respuestas de los encuestados sobre sí mismos, en relación a su disposición para utilizar la violencia en 17 escenarios hipotéticos que incluían varios niveles de provocación y conflicto. El análisis factorial exploratorio identificó dos conjuntos de elementos que se agruparon en dos índices: 1) pequeñas disputas sobre sus parejas y otras situaciones triviales (α = 0.6985); y 2) disputas serias sobre amenazas a miembros de la familia, dinero, deudas y faltas de respeto (α = 0.8968).
Análisis
Tras identificar la mejor área de comparación disponible en la ciudad de Nueva York para cada uno de los dos barrios de Cure Violence, el estudio analizó tendencias de violencia con armas de fuego y de las normas expresadas sobre la violencia, a lo largo de varios años, para probar si las condiciones mejoraban después de introducir Cure Violence en la comunidad. El equipo de investigación llevó a cabo distintos análisis de series temporales interrumpidas para cada medida de violencia con armas de fuego y modelos de regresión para estimar los efectos del tratamiento respecto a las dos medidas de normas sociales a favor de la violencia en las cuatro áreas de estudio: dos de tratamiento y dos de comparación.
Usando los análisis de series temporales interrumpidas del Modelo Autorregresivo Integrado de Promedios Móviles (ARIMA, por sus siglas en inglés) para las cuatro áreas de intervención y comparación, el equipo de investigación analizó mensualmente las tendencias de violencia con armas de fuego; de 2005 a 2016 las heridas por arma de fuego y de 2009 a 2016 la victimización por tiroteos. Este tipo de análisis de series temporales da cuenta de previas tendencias y estacionalidad (un mayor número de sucesos durante los meses de verano). Dar cuenta de previas tendencias de violencia es fundamental para cualquier estudio con una intervención basada en un lugar de referencia, ya que los eventos violentos no suceden de forma aislada y suelen ser el resultado de violencia vengativa (Boyle et al. 2010).
Los investigadores se basaron en una estrategia de cuatro partes para construir el mejor modelo ARIMA para cada área de estudio. En primer lugar, y probablemente el paso más importante, era verificar que las cifras no cambiasen de forma significativa a lo largo del tiempo (media, varianza y autocorrelación), lo que se conoce como estacionariedad (Chatfield 2004). Los resultados de la prueba de estacionariedad (prueba de raíz unitaria) en los periodos anteriores a la intervención revelaron que los resultados utilizados en el estudio (tasas mensuales de victimización por tiroteos y de heridas por arma de fuego) se mantuvieron constantes a lo largo del tiempo en las cuatro áreas, antes de la implementación de los programas.
En segundo lugar, los investigadores estimaron procesos ARIMA para identificar el modelo que mejor se ajustaba a cada uno de los cuatro lugares de intervención, seleccionando las componentes autorregresiva, integrada y de media móvil. En tercer lugar, se inspeccionaron las medidas de bondad de ajuste (p ej. los valores del criterio de información Akaike y del criterio de información Bayesiano) para seleccionar el modelo final. Por último, se analizaron los valores residuales (las diferencias entre los valores observados y los esperados) para comprobar normalidad e independencia usando medidas de diagnóstico (Ljung y Box 1978).
Para estimar cambios en normas sociales a favor de la violencia entre muestras de encuestados en barrios con y sin programas Cure Violence (Tabla 4), los investigadores usaron modelos de regresión para valorar el efecto del tratamiento con un término de interacción (onda* de encuesta para el tratamiento X) entre cero y tres. Cada modelo controlaba el tiempo ( – ), tratamiento ( + ), edad del encuestado ( – ), empleo actual ( – ), haber sido disparado o apuñalado ( + ), encuentros con la policía (p ej. detenciones, interrogatorios, y requisas, procedimiento llamado “stop & frisk” en NY) ( + ), percepción de seguridad ( – ), confianza en la policía y otras organizaciones de seguridad pública ( – ), confianza en las instituciones de la comunidad ( – ), haber visto o escuchado armas en el barrio ( + ), reportar que su hora habitual de ir a la cama supera las 2 a.m. ( + ), haber sido testigo de amenazas en plataformas de redes sociales ( + ), y efectos específicos del lugar usando una serie de variables ficticias.
Normas Sociales
La presencia de Cure Violence en los barrios estuvo asociada a mayores descensos de normas sociales a favor de la violencia, en comparación con barrios similares que no tenían programas de Cure Violence (Tabla 5). Los hombres jóvenes que vivían en barrios con programas de Cure Violence expresaron menos normas a favor de la violencia, con el paso del tiempo, tanto en escenarios hipotéticos de disputas pequeñas, como en los de disputas serias.
La inclinación de los encuestados a utilizar la violencia en escenarios hipotéticos se redujo en el tiempo y a lo largo de todas las áreas para las disputas serias, pero el descenso fue más acusado en barrios con programas de Cure Violence (33% vs. 12%). La inclinación a usar violencia en pequeñas disputas se redujo significativamente, sólo en las áreas con programas de Cure Violence (descendió un 20%).
Estos resultados fueron consistentes antes de la investigación. Milam y su equipo de investigación, por ejemplo, analizaron cambios de actitudes hacia la violencia en dos barrios de Baltimore y encontraron resultados similares. Hubo una mejora significativa (43%) en actitudes entre residentes de una comunidad, después de la introducción de Cure Violence, comparado con una comunidad de control (13%) (Milam et al. 2016).
En la ciudad de Nueva York, el poder explicativo de Cure Violence en las actitudes fue más fuerte para disputas serias, pero la presencia de programas de Cure Violence pareció tener una relación aún más fuerte con las pequeñas disputas. Los resultados de la regresión sugieren que la disposición de los encuestados a usar la violencia para resolver pequeñas disputas no se habría reducido tanto en el tiempo (como lo hizo en las disputas serias); el tamaño relativo del cambio parece haberse debido a la presencia de Cure Violence (Tabla 6). Esto indica que los programas de Cure Violence pueden ser capaces de reducir la incidencia de pequeñas disputas antes de que escalen a discusiones más serias, lo cual llevaría a una menor incidencia general de violencia con armas de fuego en las comunidades.
Los hombres jóvenes que vivían en barrios con programas de Cure Violence reportaron reducciones más acusadas en su disposición a utilizar la violencia, en comparación con hombres jóvenes en áreas similares sin estos programas. Los modelos de regresión explicaron el 33% de la varianza total en normas relacionadas con disputas serias y un 11% de la varianza total en normas relacionadas con pequeñas disputas. Aunque las normas también variaron en áreas sin Cure Violence, las diferencias en estas variaciones fueron significativas y favorecieron a las áreas de intervención.
Cuando se expusieron gráficamente, los resultados desvelaron el efecto del tratamiento de Cure Violence en las normas sociales. Tanto en las disputas pequeñas (Figura 1) como en las serias (Figura 2), los hombres jóvenes encuestados en barrios de Cure Violence demostraron declives más acusados en su apoyo a la violencia. Para el año 2016, las actitudes y normas de los encuestados en las áreas de intervención de Cure Violence había caído por debajo de los niveles reportados por los encuestados en las áreas de comparación sin Cure Violence.
Actos violentos
El análisis de la investigación de victimización por tiroteos y heridas por arma de fuego en los cuatro barrios también sugiere que Cure Violence contribuyó al descenso de la violencia con armas de fuego en las dos áreas de intervención (Tabla 7).
Los resultados del análisis ARIMA muestran una interrupción significativa en las series temporales de las heridas por arma de fuego en ambos puntos de tratamiento medido en visitas de pacientes al hospital y a urgencias. En el punto de Cure Violence del barrio South Bronx, el análisis reveló descensos significativos en victimización por tiroteos, mientras que en East New York no hubo un declive suficiente para alcanzar resultados significativos estadísticamente.
Se observaron descensos más pequeños en ambos indicadores en los puntos de comparación, pero ninguno fue significativamente diferente de cero. Esto sugiere que la presencia de Cure Violence en las áreas de intervención estuvo relacionada con declives significativos en la violencia con armas de fuego, que no habrían ocurrido de otra forma. El análisis sugiere un efecto significativo del tratamiento por la implementación de los programas de Cure Violence.
El análisis del estudio en relación a la victimización por tiroteos y heridas por arma de fuego sugiere que Cure Violence puede ayudar a proteger la seguridad pública (Figura 3). Las heridas por arma de fuego cayeron a la mitad (50%) en East New York mientras que el área de comparación para East New York (Flatbush) experimentó un descenso de solo un cinco porciento en el mismo periodo. El área del South Bronx con programa de Cure Violence experimentó fuertes y significativos descensos en ambas medidas de violencia con arma de fuego: descenso de un 37 porciento en heridas por arma de fuego y un 63 porciento de reducción en victimización por tiroteos, comparados con un 29 y un 17 porciento de reducción en el área de comparación (East Harlem).
Por supuesto, otros factores pueden haber contribuido a estos cambios, incluyendo los esfuerzos de la actuación policial y varios programas de servicio social. Los análisis de este estudio no incluyen datos sobre todas las intervenciones posibles. No obstante, tras controlar un conjunto de variables importantes, la presencia de Cure Violence, parece tener una influencia significativa en los niveles de violencia en la comunidad.
Conclusiones
Este estudio ofrece una evidencia prometedora de que un enfoque de salud pública para la reducción de la violencia puede ayudar a crear comunidades más sanas y saludables. En comparación con áreas similares de la ciudad de Nueva York, las tasas de violencia con armas de fuego descendieron significativamente en dos barrios con programas inspirados en el modelo de Cure Violence. En el área de East New York, Brooklyn, las heridas por arma de fuego cayeron un 50 porciento (de 44 a 22) tras la implementación de un programa del tipo de Cure Violence. El barrio South Bronx experimentó 35 víctimas de tiroteo en cuatro años, antes de la apertura de Cure Violence, pero solo 13 en los primeros cuatro años tras el lanzamiento del programa. Finalmente, y quizás lo más importante, los hombres jóvenes en barrios con programas de Cure Violence reportaron un declive en el apoyo a la violencia como medio para resolver disputas personales, y el tamaño relativo de este cambio fue mejor que en hombres jóvenes de barrios similares sin programas de Cure Violence.
Referencias Bibliográficas
Boyle, Douglas J., Jennifer L. Lanterman, Joseph E. Pascarella, and Chia-Cherng Cheng (2010). The impact of Newark’s Operation Ceasefire on trauma center gunshot wound admissions. Justice Research and Policy, 12(2): 105-123.
Butts, Jeffrey A., Caterina Gouvis Roman, Lindsay Bostwick, and Jeremy Porter (2015). Cure Violence: a public health model to reduce gun violence. Annual Review of Public Health, 36: 39-53.
Chatfield, Chris (2003). The analysis of time series: An introduction. Boca Raton: Chapman and Hall/CRC Press, division of Taylor & Francis.
Ljung, Greta M., and George E.P. Box (1978). On a measure of lack of fit in time series models. Biometrika, 65(2): 297-303.
Milam, Adam J., Shani A. Buggs, C. Debra M. Furr-Holden, Philip J. Leaf, Catherine P. Bradshaw, and Daniel Webster (2016). Changes in attitudes toward guns and shootings following implementation of the Baltimore Safe Streets intervention. Journal of Urban Health, 93(4): 609-626.
Limitaciones
Este estudio se llevó a cabo con un diseño cuasi-experimental basado en datos, pero con una estrategia de correspondencia no estadística. Las áreas de South Bronx e East Harlem presentaban una correspondencia adecuada en la mayoría de indicadores socioeconómicos y criminales. East New York y Flatbush, en cambio, no tenían una correspondencia ideal, dado que las tasas de violencia con arma de fuego y otros indicadores de desventaja socioeconómica eran algo diferentes. Idealmente, los estudios de intervención a nivel comunitario deben utilizar procedimientos de correspondencia rigurosos (p ej. valores de propensión) para detectar diferencias entre áreas con y sin intervenciones. Esta estrategia daría mejor cuenta de probables factores de confusión y permitiría una estimación directa de los efectos en la totalidad de los barrios.
Los modelos ARIMA utilizados en el estudio sólo son capaces de detectar interrupciones en una serie temporal (tendencia); pruebas de regresión tradicionales tales como diferencias en diferencias, curvas latentes de crecimiento, o datos de panel no fueron posibles en este estudio de diferencias a nivel comunitario por el pequeño tamaño de la muestra (p ej. N=4).
En el Momento 1 de la comparación de normas sociales (2014), los dos barrios de Cure Violence mostraron valores superiores en el índice de apoyo a la violencia de la encuesta. Esto no fue inesperado, por supuesto, porque la selección de las áreas de tratamiento estaba dirigida intencionadamente a barrios con mayor necesidad de intervención.
Finalmente, el equipo de investigación empezó a medir las normas sociales después de que los programas se hubiesen implementado en las dos comunidades de Cure Violence. Por tanto, el estudio carece de una verdadera medida de referencia (anterior a la intervención) para las normas sociales. Un próximo informe se centra en otros dos puntos de intervención de Cure Violence en la ciudad de Nueva York donde la Fundación Robert Wood Johnson subvenciona la recolección de datos con anterioridad al lanzamiento del programa.
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Notas
Los fondos para este informe fueron proporcionados por el Consejo Municipal de Nueva York, la Oficina de Justicia Penal de la Alcaldía (MOCJ, por sus siglas en inglés) de la ciudad de Nueva York y la Fundación Robert Wood Johnson. Los puntos de vista u opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no representan necesariamente la posición o políticas oficiales de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, John Jay College, o sus socios en materia de financiación.
Los datos sobre victimización por tiroteos que se presentan en este informe fueron proporcionados por y pertenecen al Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York. Los puntos de vista u opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no representan necesariamente la posición o políticas oficiales del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York. Cualquier uso adicional que se haga de estos datos debe ser aprobado por el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York.
Los datos sobre heridas por arma de fuego se obtuvieron del Departamento de Salud del Estado de Nueva York y no podrán ser distribuidos sin permiso.
El Centro de Investigación y Evaluación del John Jay (JohnJayREC) es una organización de investigación aplicada y parte del John Jay College of Criminal Justice, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Agradecimientos
Los autores agradecen al personal y a la dirección del Consejo Municipal de Nueva York, a la Oficina de Justicia Penal de la Alcaldía y a la Fundación Robert Wood Johnson su asesoría y apoyo durante el desarrollo del proyecto. Los autores agradecen también la colaboración de colegas antiguos y actuales del Centro de Investigación y Evaluación que contribuyeron al informe: Wogod Alawlaqi, Justice Banks, Kwan-Lamar Blount-Hill, Anjelica Camacho, Clay Colon, Janer Cordero, Tarek Elghindour, Richard Espinobarros, Hind Kasem, Laura Negredo, Franklin Ramírez, Yeireline Rodriguez, Pamela Ruiz, y Efram Thompson.
Traducido al español por Ana Valenzuela.
Recomendación para la referencia bibliográfica
Delgado, Sheyla A., Laila Alsabahi, Kevin Wol , Nicole Alexander, Patricia Cobar, and Jeffrey A. Butts (2017). Los efectos de Cure Violence en los barrios South Bronx e East New York, Brooklyn. En Desnormalizando la Violencia: Una serie de informes de evaluación del John Jay College sobre los programas de Cure Violence en la ciudad de Nueva York. Nueva York, NY: Centro de Investigación y Evaluación del John Jay College of Criminal Justice, Universidad de la Ciudad de Nueva York.
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Octubre 2017